domingo, 29 de junio de 2008

El sueño del Astrónomo

Foto: Floris Andréa

Las letras vacías se leen mientras te tomás tu rutinario vaso de leche en polvo volatizantes partículas arenosas y amarillentas que flotan en la cima en el borde de metal mientras que alguna vez pensaste en ser otro... además de vos, del que ya sos
sentado en el humo lombriz solitaria en tu infierno común comunacho y descansás sobre la satisfacción de habértela tomado toda toda
Todas las caras del dado que tira tu propio destino cansado de odiarte y amarte tanto tanto
total que mierda importa? vos solo sabés qué clase de mierda sos, de qué tipo
Sospechás cuan incinerable e inflamables son las cosas y temés y temo y temimos meciéndote en la silla debajo de tu humo "lo único que me falta en este momento es un faso" "pero la conchuda suerte me lo quitó"
tosé, tosés como si tuvieras veinte años mas no podés olvidarte de aquél entonces y acomodás reiteradamente la leña en el fuego se te cae el libro perdés la marca... estás perdido abrís las páginas en una hoja cualquiera retomas es obvio que no entendés esperás que pase algo en el libro en el cuarto... algo pasa
lo ves lo ves como si fuera la primera vez
El fuego sale de la chimenea se arrastra pegado a la pared te toca los pies descalzos te encanta ese dolor cálido te encanta ese placer sabés que no es el fuego sabés que son manos de mujer sabés que te acarician y besan despacio
Ya no distinguís dónde hay fuego dónde hay piel rojo naranja amarillo azul violeta
el calor te hace llorar llorón no podés dejar pasar el momento y mientras la luz te alumbra la frente tus ojos fijan un espejo la línea perpetua tu mente te iluminás te iluminás más ya sos parte tu cuerpo de luz roja naranja amarilla azul violeta
Te sentís mejor basura putrefacta en tanto hedor descomponible y saboreándolo te empesás a tocar sobre la ropa aún disfrutás del co/alor que te rodea nos rodea tan cerca de la tierra lava volcánica de milenios y milenios y no podés parar parar el pulso la mano el corazón las llamas dios la erección la elección la lección el castigo el perdón tu pulmón la brasa la bris s s s s s a, gritás:
Tomás el arma y te prendés fuego
te desangrás con veneno
con una bala te ahorcás
suena el teléfono
ring ring ring

1 comentario:

Serj Alexander Iturbe dijo...

Atendés.
Te crucificás con el cable, te pegás un tiro con el tubo.
Te condenan por herejía en una ciudad iletrada y atea.
Colgás.